martes, 23 de marzo de 2010

24 de Mazo

    Volver a soñar

 

Una mañana, fría, muy fría

me desperté de un sueño,

de repente: una pesadilla…

 

ya no tenía una América Libre,

las cadenas rodeaban sus costas

y la tortura mataban sus utopías.

 

Fue en marzo, un 24, un día negro

cuando comenzó la aniquilación,

de mi pueblo, que desaparecía

acusados de subversión.

 

Fueron generales derivados en asesinos

que aplicaban la muerte

sin comprender que un sueño

no se puede fusilar,

sencillamente porque renacen.

 

Y las ideas de Ernesto, Salvador y Zelmar,

junto a 30.000 luces en nuestras tierras,

vuelven en nuestra memoria

diciéndonos que no existe sueño,

imposible de soñar.
 
Por Richard Da Silva


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Ricardo Romero
Politólogo UBA/UNSAM
www.ricardoromeroweb.com.ar

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